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Usted utiliza a Dios. ¡Venya! Podrías haberme dicho que traías a un amigo. No un amigo, él es un cojo. Sí, es cierto, una de mis piernas es más corta. No digas eso. “Cuando convides a tus amigos Radio “o a tus hermanos o a vecinos ricos, “no lo hagas para que ellos te inviten en agradecimiento. “Cuando celebres un banquete, “invita al pobre, al tullido, al lisiado y al ciego.” Siéntate, Grisha. “Serás bendecido porque ellos no pueden recompensarte.” Genial. Pero sólo tenemos dos filetes de pescado para cenar. Y no hay patatas para tres. No es necesario que yo Radio No la escuches. El Señor dio de comer a . con pescados Aquí somos sólo . Habrá suficiente. No habrá. Si no hay suficiente es que no tienes fe. Tengo más fe de la que te piensas. Pero te pido que me lo hagas saber, la próxima vez que invites a alguien a cenar. El Señor dice: “Aquel que ama a sus padres más que a mí no me merece.” No tienes que quererme más que a tu Señor, pero al menos respétame. “Quien quiera se acerque a mí y no odia a sus padres Radio a su mujer, hermanos y hermanas incluso la vida misma., Radio no puede ser mi discípulo” Lo siento. Bien, intentaré odiarte ya que tu Dios te lo exige. Grisha, da las gracias y empecemos a comer. Podría leer la Biblia también y ponerte de los nervios. Una oración de agradecimiento. Deberías agradecer a Dios por darnos el pan de cada día. No sé cómo Radio Hazlo. No seas tímido, Grisha. Toda comida es un regalo de Dios. Vale, entonces. Dios mío Radio Gracias por la comida que nos has dado. Gracias por cocinar esta cena deliciosa. Huele bien. El pescado debe estar delicioso. ¡Grisha! Muchas gracias, por permitir que comparta esta comida contigo y demás. Y perdona. La próxima vez avisaremos. Tenía una onza de chocolate, así que Radio ¡Grisha, para! Gracias Radio ¡Para, te digo! ¿Qué hago mal? ¡Todo! Venya Radio ¿Has tenido miedo alguna vez? No, porque el Señor está conmigo. Todo cuanto digo y hago viene directamente de Él. Qué fuerte eres. Sí que me gustaría ser como tú. Pero no he llegado a nada parecido. El Señor dice: “No temas aquellos que matan cuerpos ya que luego nada más pueden hacer Radio “De esos no temas Radio “Teme a quien, después de matar tiene autoridad para lanzarte al infierno. “¡A ese has de temer!” ¿Queréis un poco de té? Sí claro, mamá. Té. Grisha, Vas a cojear toda tu vida. ¡Hasta que te mueras! Luego te pudrirás, a menos que actúes pronto y cojas la mano del Señor. Bien, vale. Ahora que estás conmigo nadie abusará de ti. Pero el Señor dice: “Benditos aquellos a quienes se les persigue y agravia “y todo mal se les arroja en mi nombre. “Alégrate y sonríe porque la recompensa es grande en el Cielo.” El té ya está listo. Ya vamos. Está listo. ¿Venís? Estoy leyendo. Leyendo Radio Llevas toda la semana leyendo. Elena Radio Gracias, Oleg. Espera un segundo. Elena, ya vale. Sólo un segundo. Un estudiante se está volviendo majara por culpa de la religión. Es un problema, lo entiendo. ¿Pero irían mejor las cosas si te volvieras majareta tú también? He de entenderle. ¿”Has de”? Mira lo que dice aquí. “Ahora se reclinaba al Señor de Jesús Radio uno de los discípulos a quien Jesús quería.” “Se reclinaba en su seno un discípulo a quien Jesús quería.” Elena Radio O aquí. “Todos sabrán que eres mi discípulo, si os amáis los unos a los otros” ¡Elena, para! No, atiende: “¡amar el uno al otro!”. Quizá la respuesta sea simple. ¿Y si Jesús fuera homoual? Y sus discípulos una comunidad . ¿Quienes se hacían el amor uno con otro? Acabarás en la cárcel. No me lo estoy inventando está todo escrito aquí. En serio, ya basta. Coge un tenedor y comamos. Saca esta cosa al balcón. Vuelvo enseguida. Esta “cosa” es una barra zeta. ¡El pescado se está enfriando! Yuzhin. Creo que hiciste eso para ponerte en bolas delante de mí. ¡Sí, tienes razón! Para que así te imagine desnudo. Mientras que antes no pensaba para nada en ti, y pueda considerar la posibilidad de hacer o contigo Radio Sí, tienes razón. Te eché un buen vistazo ahí. ¿Es malo? ¿Soy una chica mala? Esto es ridículo. Ya conocía tu cara. Pero ahí abajo Radio tienes un buen paquete, Venya. No he pensado en ti para nada. No me importa lo que los hombres piensan sino lo que desean. ¿Crees que ellos te desean? Sí. Todos me desean. Todos menos yo. ¡Tú más que nadie! “Tú vienes de abajo, yo de arriba Tú eres de este mundo, Yo no.” Te lo dije, morirías con tus pecados.” Me gusta eso. Me gusta cuando hablas así. Me puedes tocar aquí. “Él les dijo: Vi a Satanás caer del Cielo. “Te he concedido autoridad para aplastar culebras y enemigos. “Nada puede herirte.” O Radio aquí. “Quien en mí cree y sea ofendido un poco, “Es preferible para él a si fuera arrojado al mar.” No le temo al mar puedo ponerme el bikini Radio ¡o no! ¡Para! ¿Qué te pasa, Venya? Estás deseando. No te haré daño. No temas. No le contaré a nadie que lo hicimos. Nadie lo sabrá. Lo sé yo. Con eso basta. Te observaré cuando rezas y sabré quien eres, por dentro y por fuera. “Todos quienes creyeron tener cosas en común “vendieron sus productos y los distribuyeron a todos por si tenían necesidad”. Como dice el Señor Radio